Por Jarlen Espinosa
La navidad en la República Dominicana está a punto de extinguirse, ya nada es como antes, lo que deberían ser tiempos de felicidad y alegría, hoy, impera el incierto y desesperanza en un pueblo cada vez más empobrecido.
Recuerdo que de niño la navidad era una de las épocas más esperada por mí.
Era difícil encontrarse una casa sin "extensiones navideñas", los coloridos adornos, el arbolito o un árbol natural que fungía como tal, entre otros detalles.
Muchos iniciaban las decoraciones de su hogar desde noviembre y, algunos "fiebruse" lo hacían desde octubre.
Antes a esta altura un 20 de diciembre, era mucho los ponche que se habían compartido, los "coquitos" y "gomitas" dulces disfrutadas por los niños, las manzanas, las uvas, las peras...
El ambiente de alegría se sentía por los aires.
Las sonrisas no faltaban en los rostros de los dominicanos, las "Cebollitas" y los "tirapo" (fuegos artificiales) sonaban en cualquier lugar.
Los viajeros que venían para estar junto a sus familiares, las tías, los primos.
Era normal contar con "la pinta del 25", "la pinta del 31" y hasta la de año nuevo.
Aunque es común la cena del 24 de diciembre, la del 31 no tenía tanta mención, sin embargo, no dejaba de realizarse.
La navidad que podíamos celebrar los dominicanos era una de las mejores formas de compenetrar la familia, y una excelente antesala para los "Reyes Magos".
Todo eso a cambiado.
Con el paso del tiempo y los distintos gobiernos, eso fue variando.
En vez de dos se realizaba una sola cena, solo aparecía para "la pinta del 25", disminuyeron las posibilidades para decorar los hogares...
El aumento del costo de la vida y el descenso de las posibilidades de ingresos es algo que aunque se intente ignorar, nos golpea de manera brutal.
Nos han robado la alegría
No creo que las estadísticas de "crecimiento económico" al que se refiere el actual gobierno, sea algo que los de a pie perciban o entiendan.
Ya nada es como hace unos años a tras, todo lo anterior mencionado es un lujo que muy pocos pueden tener.
Hoy estamos a 20 de diciembre y lejos de abundar las sonrisas, abundan los rostros pálidos y una desesperanza que brota en cientos de miradas, en miles, en millones de dominicanos que solo esperan que todo esto pase.
Lo que antes era una época a la que nos aferrábamos con apego, hoy solo queremos que todo esto pase.
Claro está, esta no es la realidad que viven unos pocos que, dentro de su burbuja, dirían pero de que estará hablando Jarlen Espinosa, en mi familia aún disfrutamos a plenitud de la navidad.
Solo unos pocos pueden decir eso, los pocos que sí perciben el "crecimiento económico".
En estas navidades veremos a muchos decir ¡felicidades! Con cara de "te acompaño en tus sentimientos".
La navidad en la República Dominicana está a punto de extinguirse, ya nada es como antes, lo que deberían ser tiempos de felicidad y alegría, hoy, impera el incierto y desesperanza en un pueblo cada vez más empobrecido.
Recuerdo que de niño la navidad era una de las épocas más esperada por mí.
Era difícil encontrarse una casa sin "extensiones navideñas", los coloridos adornos, el arbolito o un árbol natural que fungía como tal, entre otros detalles.
Muchos iniciaban las decoraciones de su hogar desde noviembre y, algunos "fiebruse" lo hacían desde octubre.
Antes a esta altura un 20 de diciembre, era mucho los ponche que se habían compartido, los "coquitos" y "gomitas" dulces disfrutadas por los niños, las manzanas, las uvas, las peras...
El ambiente de alegría se sentía por los aires.
Las sonrisas no faltaban en los rostros de los dominicanos, las "Cebollitas" y los "tirapo" (fuegos artificiales) sonaban en cualquier lugar.
Los viajeros que venían para estar junto a sus familiares, las tías, los primos.
Era normal contar con "la pinta del 25", "la pinta del 31" y hasta la de año nuevo.
Aunque es común la cena del 24 de diciembre, la del 31 no tenía tanta mención, sin embargo, no dejaba de realizarse.
La navidad que podíamos celebrar los dominicanos era una de las mejores formas de compenetrar la familia, y una excelente antesala para los "Reyes Magos".
Todo eso a cambiado.
Con el paso del tiempo y los distintos gobiernos, eso fue variando.
En vez de dos se realizaba una sola cena, solo aparecía para "la pinta del 25", disminuyeron las posibilidades para decorar los hogares...
El aumento del costo de la vida y el descenso de las posibilidades de ingresos es algo que aunque se intente ignorar, nos golpea de manera brutal.
Nos han robado la alegría
No creo que las estadísticas de "crecimiento económico" al que se refiere el actual gobierno, sea algo que los de a pie perciban o entiendan.
Ya nada es como hace unos años a tras, todo lo anterior mencionado es un lujo que muy pocos pueden tener.
Hoy estamos a 20 de diciembre y lejos de abundar las sonrisas, abundan los rostros pálidos y una desesperanza que brota en cientos de miradas, en miles, en millones de dominicanos que solo esperan que todo esto pase.
Lo que antes era una época a la que nos aferrábamos con apego, hoy solo queremos que todo esto pase.
Claro está, esta no es la realidad que viven unos pocos que, dentro de su burbuja, dirían pero de que estará hablando Jarlen Espinosa, en mi familia aún disfrutamos a plenitud de la navidad.
Solo unos pocos pueden decir eso, los pocos que sí perciben el "crecimiento económico".
En estas navidades veremos a muchos decir ¡felicidades! Con cara de "te acompaño en tus sentimientos".
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